Actualmente es imposible mantener un producto a escondidas. Estamos en un mercado tan globalizado, que hasta lo más artesanal llega a verse en las tiendas de última construcción.
Lo interesante es que los vendedores han tenido y deben seguir en una constante evolución, de otra forma será imposible poder lograr sus cuotas de ubicación de productos en el mercado, y por ende perderán plazas importante para su bien o servicio.
Un vendedor trata a personas, a seres que sienten y padecen, y peor aún: tienen más opciones de productos en el mercado tan similares y hasta mejores que la que se ofrece; por ello hay que considerar que el perfil del vendedor "globalizado" debe comprender algunas características básicas:
Además del más que obvio conocimiento del producto (si no lo conoce, ¡¿qué hace vendiéndolo?!). Debe tener creatividad, porque sino será casi imposible abrirse camino en los negocios. Ser creativo es una forma instintiva de hacerse notar. Debe ser audaz, porque de nada vale tener el mejor producto del mercado, sino se atreve a salir "con el cuchillo en la boca" y arrebatar una cuota del mercado a la competencia. Debe incluso tener grandes dotes de comunicación que destellen más allá de la mera oratoria; es casi imperioso mantener canales de comunicación por todos los flancos, y más aún hoy día cuando las redes sociales prácticamente han desplazado el estrechón de mano y la taza de café como plataforma de negociación.
Un vendedor globalizado no sólo conoce la posición de su producto y sus cercanos competidores; es capaz de saber la posición de productos similares en otros países y sus estrategias de mercado para copiar los casos exitosos y aplicarlos, tiene sólidos conocimiento de la economía actual y hasta tiene dotes de economista lo suficientemente amplios como para saber que recomendación darle a su cliente y utilizarla a su favor. En sí, un vendedor debe estar actualizado en todas las áreas sensibles del negocio.
La capacidad de negociación, que además va de la mano con la forma de comunicarse, es más que útil, las negociaciones actuales no van de la mano con bonificaciones o "premios" al cliente... ya eso lo hacen todos. Aquí es cuando la innovación, la audacia y la creatividad de la juegan, de esto depende marcar pauta o ser uno más del montón que solo cumple con su cuota sin aprovechar cuanto nicho se encuentre.
Si se hace todo de forma adecuada, lo que resta es tener una excelente presencia, ser planificado y gozar de un autoestima que no se doble con cualquier tropezón. Las ganancias son muchísimas: la confianza plena del cliente y la conexión con el dejan el camino abierto a un empatía casi exclusiva. hay que ver a los clientes como un mercado en particular, no se puede permitir perderlo sin pelear por el, no se puede cerrar un trato cordial si es el cliente quien decidió dar la espalda, porque es allí donde se debe crear la necesidad por parte del vendedor.
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